Ecoladrillos, alternativa para construir viviendas económicas

Publicado por: Real Chubut - Agencia de Noticias 31/01/2021 Nacional



Desde 2019, con el parate impuesto por la pandemia, la Fundación Narices Chatas viene trabajando en un proyecto de fabricación de ladrillos ecológicos reciclando una materia prima que sobra: botellas de plástico. La iniciativa está en Tartagal, el centro urbano más importante de una zona que, sobre todo desde la década del 90, viene soportando altos niveles de desocupación y miseria., sueñan con que algún día sea una fábrica que tenga la doble virtud de ofrecer trabajo y facilite la construcción de viviendas para gente sin techo

Fabiola Soria, presidenta de la Fundación cuenta que de los ecoladrillos se enteraron por un desafío Google al mejor proyecto de reciclado, ganado por la Fundación Eco Inclusión de Córdoba, que había sacado a relucir una creación de hace 20 años del Centro Experimental de Vivienda Económica, que está en Córdoba también y depende del CONICET. “Hace 20 años existe este ladrillo y tiene matrícula, todo, está autorizado para la creación de viviendas sociales”.

Lo vieron como una posibilidad para construir casas en Tartagal. "Porque todo el mundo tiene el mismo problema que es el habitacional”, algo que para los adolescentes tiene una carga negativa adicional, "empiezan a tener cambios físicos y lamentablemente duermen todos a veces en la misma pieza o en el mismo lugar” y "no tienen privacidad”.

Fabiola destacó en este aspecto que muchas veces escucha a algunas personas quejarse de que sus hijos se la pasan encerrados con la computadora y el teléfono, y eso en realidad “es una suerte, porque está el que no tiene nada de esas cosas y también tiene la misma edad”. Hay personas, dijo que "no saben lo importante que es para alguien tener un techo, una habitación, algo mejor". Con esa comprensión comenzó "a buscar alguna manera en la que ellos puedan construir algo” y así dio con los ladrillos hechos con botellas de plástico trituradas y luego mezcladas con cemento y arena.

Para concretar el proyecto sobrevino un aprendizaje sobre reciclado, la importancia de que se separen los residuos, de que no se tiren las botellas. “Y empezás a conocer un mundo también”, el de los ecologistas. La iniciativa recibió un empujón fuerte en diciembre de 2019, cuando un ex practicante de boxeo, que se fue a trabajar al sur, vino de visita a Tartagal y, enterado del proyecto, donó la plata para comprar un molino triturador. 

Entonces empezaron a colectar botellas, en ese camino conocieron al referente de la organización Izquierda Latinoamericana Socialista, quien los ayudó a tramitar cupos en el programa Potenciar Trabajo para 10 personas que hasta entonces venían trabajando como voluntarias. “Hacemos jornadas de colectas, nos encargamos de publicitar todo el tiempo que la gente no tire las botellas. Un año la hemos concientizado", de manera tan efectiva que "ahora la gente viene, toca la puerta y te lleva la botella”. Además, formaron una Brigada Ecológica que va a buscar botellas donde la llamen. Y se hacen jornadas de recolección en las plazas, para eso armaron un carro tirado por un auto, el Plastimóvil, que se estaciona en determinados puntos de la ciudad para recibir las botellas.

Fabiola enfatizó que el proyecto genera expectativa en los tartagalenses, "muchos se quieren sumar” y también va mucha gente a pedir trabajo, y es el momento en que siente "un poco de impotencia”. Por eso, con la idea de agrandar el proyecto, participó de una capacitación con la organización Mayma. 

Surgió la posibilidad de una alianza con la firma Arca Continental que a su vez los contactó con una empresa recicladora, que ofrece comprar materia prima. Fabiola no aceptó en ese momento, porque necesitan las botellas para los ecoladrillos. Pero en estos días se reunió con integrantes de la UTD (Unión de Trabajadores Desocupados) de General Mosconi que, entre otros proyectos de trabajo, colecta botellas para vender, y decidieron aliarse para que la UTD venda la materia prima. Fabiola contó que fue a visitar a la UTD porque quiere replicar esa experiencia en Tartagal, haciendo proyectos para que la gente tenga alternativas de trabajo.

La idea es que acá en Tartagal, que ahora es un emprendimiento chiquito, se pueda convertir en una fábrica más grande y que tenga la participación de las demás localidades con sus propias botellas”, se entusiasmó Fabiola.  Un ladrillo demanda 20 botellas. Por ahora la Fundación está concentrada en reunir la producción suficiente para iniciar la construcción de baños, con el objetivo de eliminar letrinas.

                                                                           

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente:pagina12.com.ar


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