En febrero el superávit primario cayó 46% y el financiero 42%

A pesar del segundo mes consecutivo de superávit financiero, febrero registra una significativa disminución del superávit primario y financiero, planteando interrogantes sobre la sostenibilidad del método fiscal.

El informe fiscal correspondiente a febrero revela una caída del 46% en el superávit primario y del 42% en el financiero, en comparación con enero. Aunque el Gobierno celebra estos resultados como un éxito de gestión, los detalles muestran una creciente preocupación sobre la viabilidad a largo plazo de este enfoque fiscal.

El ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó los resultados vía Twitter, destacando el superávit financiero alcanzado en febrero. Sin embargo, las cifras sugieren un ajuste significativo en los ingresos, a pesar del aumento del impuesto PAÍS y la colocación del BOPREAL.

El análisis revela que la caída de los ingresos, combinada con recortes en el gasto, ha sido fundamental para mantener los resultados positivos. Específicamente, se destaca una contracción del 20% en los ingresos y una reducción del 8% en el gasto primario en términos reales.

El sector energético emerge como un factor clave en este panorama, con un marcado aumento en los subsidios, mientras se postergan decisiones sobre tarifas de servicios públicos. Esta situación plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de la política fiscal, especialmente a medida que los efectos sociales y económicos de las medidas de ajuste se hacen más evidentes.

Economistas como Guido Agostinelli y Martín Kalos advierten sobre los desafíos futuros, incluida la disminución de la recaudación y el impacto de los aumentos de tarifas en un contexto de alta inflación. La necesidad de medidas adicionales para garantizar la estabilidad fiscal se vuelve cada vez más apremiante, mientras la recuperación económica esperada parece distante.

Fuente: ÁMBITO